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2018: ¿Colombia libre de cultivos de coca?

Durante 2017, los cultivos ilícitos alcanzaron las 200.000 hectáreas en el país

2018: ¿Colombia libre de cultivos de coca?

La producción de coca en Colombia sigue siendo una latente amenaza tanto para el acuerdo de paz, como para le relación del país con EE.UU. Es por ello que uno de los principales retos que enfrenta Colombia este nuevo año, es obtener mejores resultados con la erradicación de cultivos ilícitos. Asimismo, el país deberá realizar una transición exitosa hacia los cultivos lícitos, a la cual cientos de campesinos aún se niegan.

Desde el punto de vista del gobierno colombiano, 2017 fue un año de metas cumplidas en materia de erradicación de cultivos ilícitos. De acuerdo con declaraciones de Luis Carlos Vallegas, Ministro de Defensa de Colombia, en el año anterior se lograron erradicar de manera forzosa 50 mil hectáreas de coca. Esta cifra corresponde a 500 kilómetros cuadrados, territorio que sería similar al tamaño de Singapur.

Las autoridades también informaron que durante 2017, más de 400 toneladas de cocaína pura fueron incautadas en las rutas marítimas del pacífico. Esta mercancía decomisada en el mercado mayorista de Nueva York se comercializaría por un valor de 12.100 millones de dólares.

Sin embargo, los esfuerzos del país para la erradicación de los cultivos ilícitos y el control del narcotráfico parecen ser insuficientes para EE.UU. Como lo indica el embajador norteamericano en Colombia, Kevin Whitaker, “más coca, más cocaína y más problemas de seguridad pública y salud pública en los dos países”.

¿La paz tiene la culpa?

Los críticos del gobierno también ponen en duda las prácticas del país para erradicar los cultivos ilícitos. Según declaraciones del Ministro de Defensa, en 2017 tales cultivos alcanzaron las 200.000 hectáreas.  Esto, según explican expertos, podría deberse a la firma del acuerdo de paz y la subsecuente disminución de erradicación forzada de cultivos para evitar enfrentamientos entre autoridades y el ex-grupo guerrillero.

Adicionalmente, la situación de los campesinos que se niegan a reemplazar el cultivo de coca por otras fuentes de producción legales dificulta la erradicación. Los campesinos advierten que durante la transición perderían mucho dinero y estarían varios meses sin sacar ninguna clase de producción.

De acuerdo a un informe realizado por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), las ganancias de un cultivador de coca promedio aumentaron entre 2012 y 2016 un 120%. Como detalla el reporte, el tráfico de drogas el año pasado estuvo dominado por bandas criminales formadas por remanentes paramilitares y por integrantes de la desmovilizada guerrilla de las FARC. Por tanto, el reporte indica que el crecimiento de cultivos ilícitos y la distribución de la coca por el mundo, especialmente hacia EE.UU., dependerá en gran medida de la implementación del acuerdo de paz.

Aunque el acuerdo de paz, firmado entre el gobierno colombiano y las FARC, tiene entre sus prioridades promover la erradicación voluntaria de cultivos ilícitos, los campesinos argumentan que sin recursos económicos por parte del Estado y garantías, la transición hacia los cultivos lícitos no se conseguirá.

Según un informe publicado por InSight Crime, en algunas regiones de Colombia el kilo de coca se vende por 2 millones de pesos colombianos (682 dólares). Las condiciones geográficas de muchos de los sectores donde se cultiva coca, imposibilitan que alguna economía lícita prospere.

Tales factores dificultan el compromiso del gobierno de erradicar por completo la existencia de cultivos de coca, puesto que al optarse por suspender la erradicación forzosa, fumigación y la presencia de autoridades en las zonas de producción, el control ilícito dependerá en gran medida de la erradicación voluntaria de los campesinos que continúan con el cultivo de coca.

 

LatinAmerican Post | Krishna Jaramillo
Copy edited by Marcela Peñaloza

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