Primero la Sudamericana, luego la Libertadores, ahora México se queda sin Copa América y sin fecha de retorno

Los roces entre México y la Conmebol han tenido un punto final que, aunque puede ser temporal, ha dejado por primera vez a México sin jugar en Sudamérica desde que fueron invitados en 1993. La Federación Mexicana de Fútbol (FEMEXFUT) ha dado la noticia con cierta frustración: la Copa América era el último torneo que les quedaba. Oficialmente han sido las diferencias en calendarios lo que ha impedido que México participe en la próxima copa de Brasil 2019. Ramón Jesurún, vicepresidente de la Conmebol, confirmó que México sí fue invitado, pero que fueron ellos los que declinaron la invitación.

Read in english: Has the last tie of Mexico with the Conmebol been broken?

No es fácil participar en dos confederaciones al mismo tiempo, México está obligado a participar en los torneos de la CONCACAF, los cuales no puede descuidar ni por la Copa América. Esto ha obligado al país a presentar equipos alternativos para hacer frente a sus compromisos. Este sacrificio valía la pena para los aztecas, quienes podrían mejorar su nivel y demostrar que podían competir con los sudamericanos. En su primera participación en el torneo de selecciones en 1993, México perdió la final contra Argentina y en 2001 contra Colombia, siendo esos subcampeonatos sus máximos logros en la copa.

Esta gran oportunidad se amplió a los clubes que participaron en la Copa Sudamericana y en la Copa Libertadores, con buenos resultados. Sin embargo, la CONCACAF no pensaba de la misma manera, pues le preocupaba que México descuidara sus torneos oficiales. Por esta razón, para las ediciones de la Copa América de 2011 y 2015 dispuso que el país podía participar, pero con un equipo juvenil para darle prioridad a la Copa Oro que se celebra el mismo año. Con ese mismo argumento también retiró a sus clubes de la Copa Sudamericana.

Los complicados calendarios a los que se enfrentaban los clubes y la selección mexicana obligó a que los del norte se retiraran también de la Copa Libertadores en 2017. Desde entonces la FEMEXFUT dice que esperan volver en el futuro "cuando los calendarios lo permitan", cosa que luce lejana.

¿Qué sigue para México?

La relación tensa con los sudamericanos ha hecho a México replantear su desarrollo deportivo haciéndolo menos dependiente de la Conmebol. Hasta ahora el país consideraba a los torneos sudamericanos como un activo importante. No obstante, ahora tiene que buscar alternativas en su propia confederación, sobre todo tras el anuncio de los europeos de la Liga de las Naciones. El crecimiento de la MLS ha permitido a los estadounidenses y mexicanos, que junto a Costa Rica son los tres más fuertes en CONCACAF, desarrollar nuevos proyectos para elevar el nivel de la zona.

Del torneo conjunto entre Conmebol y CONCACAF poco se ha dicho, el éxito económico podría ser lo único que lo hiciera realidad. La voluntad de ambas confederaciones, con sus complicados calendarios, desacuerdos y diferente nivel deportivo hace difícil que se concrete a corto plazo. Ahora, los mexicanos darán prioridad a la Liga de Naciones de la CONCACAF, esperando que a mediano y largo plazo esto represente una mejora en el nivel de la zona. Sus únicas oportunidades de jugar contra sudamericanos y europeos serán los Juegos Olímpicos, la Copa del Mundo, la Copa Confederaciones y el Mundial de Clubes, sólo en caso de clasificar.

A nivel deportivo la Conmebol no resulta afectada. Sin embargo, a nivel económico sí, pues México y Estados Unidos son dos de los mercados más importantes del continente que consumirán menos los torneos sudamericanos. La creciente rivalidad entre clubes de la MLS y Liga MX comienza a levantar pasiones en CONCACAF, muestra de ello es la final de la Liga de Campeones entre Guadalajara y Toronto, rivalidad que a mediano plazo será benéfica para el área.

Latin American Post | Luis Ángel Hernández Liborio

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